Hacia ya mucho tiempo que no me pasaba a escribir unas líneas.
Y es que los acontecimientos
todos y cada uno de ellos
me abrumaron durante mucho tiempo
el estar lejos
el querer estar cerca
y el no hacerte a la idea de la distancia...
el querer estar
y en realidad no estarlo...
es difícil
para que negarlo
Pero hoy
un día de lluvia
en que la luz parpadea por la tormenta
mis aguas se encuentran en calma
una calma absoluta que me permite ver las situaciones con otra mirada
una mirada de serenidad
que me permite disfrutar
y es que, con esa mirada, me paro a pensar
si las cosas se dan por casualidad
o si en realidad todo pasa por que tiene que pasar
ese escrito que me dedicabas hace cinco años
que aparece en mi buzón de nuevo
para recordarme lo que éramos
y que quizás hacía tiempo que veía diferente
Pues a los escritos me remito en preguntarme si es una casualidad que hayas aparecido en mi vida
y me haces dudar de todo
mi realidad se desmonta cuando tú crees en mi,
me haces volar,
y me haces creer que no solamente existe mi mundo
me muestras una parte de mi que ni yo conocía
y me haces preguntarme si es una simple lección
o mi modo de vida...
Ahora, con mi tormenta en calma
sólo sé disfrutar y seguir mirándome a tu lado
y volver a los inicios
porque como bien sabes
me encanta la Sara que soy contigo
Y si tiene que durar mil años,
QUE DURE MIL AÑOS
y si no pueden ser mil,
que sea lo que quiera,
pero me quedaré tranquila sabiendo que he disfrutado cada momento contigo,
cada cariño que me das, cada bocanada de aire con tu olor, cada bienvenida y cada despedida, cada beso, cada abrazo, cada conversación absurda, cada mirada de complicidad...
Mis aguas tranquilas
después de la tormenta, sólo me llevan a un lugar
cada vez más cerca de ti
Ahora la palabra es...SERENIDAD
Una vez más escribiendo para que nadie me lea
con unas preciosas notas de piano
y más que colorado rubor en mis mejillas
ahora mis labios se tiñen de rojo también
los labios de una mujer adulta
que se gusta en el espejo.
